¿Qué es y para qué sirve la conciencia?

La conciencia es la percepción que un ser humano tiene sobre sí mismo y sobre el entorno que le rodea, es decir, que nos encontramos hablando del conocimiento que se ha creado el individuo sobre sus sentimientos, emociones y actos, así como también sobre lo que esto genera en la vida real. 

En este sentido, hemos de comprender que nos encontramos hablando de que la conciencia es el estado que permite a la persona tener percepción sobre su propia existencia, sobre lo que le rodea y sobre todo lo que ocurre en la realidad.    

Hablamos de un estado de la mente que permite a la persona tener control sobre sus emociones y sobre su comportamiento, logrando así el dominio de sus sentidos y el poder sobre la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal, y el límite que existe en la convivencia con los demás en un mismo entorno. 

Ahora bien, ya que comprendemos lo que es la conciencia, hemos de hablar de los tipos de conciencia que existen. 

Conciencia moral

Esta es la conciencia que hace que la persona estudie su comportamiento, sobre aquello que está bien y que está mal en su accionar, en pocas palabras, nos encontramos hablando de la relación con los valores morales y de la intención sobre la meditación acerca del accionar de cada ser humano.  

Estos valores morales son los que hacen que la persona actúe de determinada manera, es por esto que las personas con conciencia siempre son cuidadosas en su accionar y respetan los límites sobre los cuales se vive de forma completamente ideal. 

La conciencia moral es la que hace que la persona tenga cargó sobre sus actos y sobre aquello que es considerado como malo en la sociedad, para que logre formarse o educarse en límites que le impidan desde su propio subconsciente obrar mal.  

Conciencia histórica

Este es el tipo de conciencia que educa a la persona a actuar en base a acontecimientos que han ocurrido en el pasado, por lo que, hablamos de un momento histórico que marca un devenir y un accionar humano en base a hechos plasmados en la historia que han logrado dejar marca o referencia sobre lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer ante determinadas situaciones.  

En base a esto, es importante comprender que nos encontramos hablando de que la conciencia histórica es lo que permite que la humanidad tenga el reflejo de lo que se debe hacer y de lo que se debe evitar en el futuro para dejar de lado los acontecimientos desastrosos que han ocurrido en base a determinados eventos.  

Conciencia en Psicología

Y en cuanto al área de la psicología, la conciencia es el sentido que permite al ser humano conocerse a sí mismo desde lo más profundo de su ser, entender sus comportamientos, anhelos y su percepción sobre el mundo y sobre su entorno.  

En otras palabras, hablamos de que la conciencia es lo que permite que la persona actúe de forma ideal, es decir, que la persona con plena conciencia sabe lo que está bien y lo que está mal y actúa en base a ello, teniendo en claro las consecuencias sobre sus actos.

Una persona que no tenga conciencia de sí misma y de su entorno, es una persona que probablemente tenga un descontrol mental, o que cuente con ciertos problemas mentales y de estabilidad que no le permitan controlar su accionar ni analizar las situaciones frente a lo que conscientemente es permitido y lo que no.  

Con esta información ya podemos tener un breve conocimiento sobre lo que es la conciencia y lo que implica poder conocerse a sí mismo desde lo que este sentido implica, sabiendo que en base a la conciencia es que el ser humano puede determinar su accionar en los distintos eventos que ocurren en su entorno, estableciendo límites sobre aquello que resulta prudente y lo que no, y sobre aquello que está permitido en la vida real y lo que no.   En otras palabras, la conciencia es lo que hace que tengamos los pies sobre la tierra, evitando vivir en un mundo de fantasía.